Quintana Roo.- Expertos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de Puerto Morelos, de la UNAM, han pronosticado que la temporada de sargazo de 2025 será la más grande registrada, con impactos devastadores a lo largo de cientos de kilómetros de costas en el Caribe mexicano. Ante este escenario alarmante, la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) ha tomado la iniciativa de convocar a una “Mesa técnica para el manejo integral y aprovechamiento del sargazo pelágico en México”.

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Durante esta importante sesión, encabezada por la secretaria Rosaura Ruiz Gutiérrez y el subsecretario Juan Luis Díaz de León Santiago, se destacó la visión de transformar el problema del sargazo en una oportunidad aprovechable. Los expertos de la mesa trabajan activamente en el diseño de una biorrefinería de residuo cero y autosustentable, que no solo procese el sargazo como producto principal, sino que también genere insumos valiosos para las industrias farmacéutica, cosmética, alimentaria y agrícola. Esta iniciativa busca un enfoque integral para mitigar el impacto ambiental y económico.

La Mesa técnica de la Secihti es un modelo de colaboración interinstitucional, reuniendo a 46 especialistas y funcionarios de 19 instituciones de los sectores académico, público y social, incluyendo dependencias federales y del estado de Quintana Roo. La colaboración se extiende al ámbito internacional, con el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, solicitando ante la ONU que el sargazo sea reconocido como una emergencia regional, destacando su impacto ambiental, económico y sanitario en el Caribe.
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La directora general interina del Ciatej, Lorena Amaya Delgado, presentó la meta de diseñar, construir y validar una biorrefinería a escala piloto en Quintana Roo, evaluando su viabilidad técnica, económica y ambiental.
Los grupos de trabajo de la Mesa técnica acordaron consolidar esfuerzos para establecer una industria nacional de procesamiento de sargazo. El objetivo es implementar acciones a corto, mediano y largo plazo que permitan atender, adaptar y mitigar el arribo masivo de esta alga. Esto no solo reducirá el riesgo para los ecosistemas marino-costeros, sino que también impulsará el desarrollo socioeconómico de México y de toda la región del Gran Caribe.

Con información de Noticaribe