Ciudad de México.- Desde el aire, los cárteles ya no sólo trafican, también bombardean, vigilan y atemorizan.
Un reciente informe de prensa revela que los cárteles mexicanos han comenzado a usar drones modificados, los llamados “narcodrones”, como armas letales, capaces de lanzar explosivos, transportar droga armas, vigilar rutas y coordinar emboscadas contra sus rivales o contra fuerzas de seguridad.
Organizaciones del crimen organizado, como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y facciones del Cártel de Sinaloa han invertido en drones FPV (First Person View) de bajo costo, adaptándose con explosivos improvisados, granadas, esquirlas, incluso cargas que pueden detonar al impactar, para atacar objetivos estratégicos sin exponer a sus miembros.
Desde 2020 hasta mediados de 2023 se documentaron al menos 605 ataques con drones, en estados altamente conflictivos como Guerrero, Michoacán y Tamaulipas. Las autoridades admiten que la estructura de seguridad está rezagada respecto a esta nueva táctica, por la falta de regulación clara y el fácil acceso a drones comerciales complica su control.
Este cambio tecnológico transforma el panorama del narcotráfico en México, lo vuelve más letal, más impredecible, y pone en evidencia que la violencia ya no se limita a enfrentamientos en tierra. El cielo antes espacio de vigilancia civil o militar, se ha convertido en una nueva zona de guerra.
Con información de El País.