Yucatán.- La temporada de captura de pulpo en Yucatán, que inició el pasado 1 de agosto y se extenderá hasta el 15 de diciembre, avanza con resultados mixtos a poco más de mes y medio de actividad. De acuerdo con reportes oficiales y avisos de arribo, hasta principios de septiembre se han registrado capturas que oscilan entre 3,800 y poco más de 5,000 toneladas, según la fecha y el corte informativo.

La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) informó que en la primera semana de actividad se contabilizaron apenas 403 toneladas, reflejando un arranque más lento que en otros años.
La meta de la temporada se ubica alrededor de las 28,000 toneladas, cifra similar a la autorizada oficialmente en 2024, cuando el Diario Oficial de la Federación fijó un volumen máximo de 29,267 toneladas para Yucatán y Campeche. En ese mismo período, el año pasado se alcanzaron desembarques cercanos a 27,000 toneladas.
El desarrollo de la temporada 2025 está condicionado por fenómenos ambientales y sociales. La presencia de marea roja en franjas costeras frente a Progreso y Sisal obligó a suspender faenas en ciertas áreas y generó incertidumbre en los mercados.

Autoridades estatales estiman que el fenómeno afectó menos del 20% del litoral, pero el impacto ha sido sensible en comunidades pesqueras. A la par, el furtivismo mediante buceo ilegal ha sido reportado desde los primeros días de la temporada. Pescadores y cooperativas denuncian que esta práctica reduce la captura legal y presiona los precios de venta, además de poner en riesgo la sostenibilidad del recurso.
Aunque las expectativas iniciales apuntaban a un volumen final de entre 24,000 y 28,000 toneladas, la baja producción inicial genera dudas en el sector. Cámaras empresariales y cooperativas coinciden en que septiembre y octubre serán determinantes para definir si las metas podrán cumplirse. Algunos puertos como Progreso, Telchac y Dzilam, han reportado capturas menores a lo habitual. En los primeros días de la temporada, varias embarcaciones regresaron con escasos ejemplares, situación atribuida tanto a la dispersión del recurso como a la marea roja y a la pesca furtiva.
En localidades como Dzilam y Río Lagartos, los pescadores señalan que la inestabilidad del clima también ha limitado las salidas, con jornadas que no alcanzan a cubrir los costos de operación. Las cooperativas insisten en reforzar la vigilancia en la zona y advierten que, si las condiciones no mejoran, será necesario evaluar medidas como la ampliación de la temporada para compensar las pérdidas.
Mientras la vigilancia marítima se intensifica y las condiciones ambientales marcan el rumbo de la pesquería, el pulpo se mantiene como el principal recurso pesquero de Yucatán. Con más de 12,000 embarcaciones ribereñas involucradas en la actividad, lo que ocurra en las próximas semanas definirá no sólo los ingresos de miles de familias, sino también la posición del estado en el mercado internacional.
Con información de InZoom.Mx