Quintana Roo.- La tarde del viernes 26 de septiembre de 2025, un apagón masivo dejó sin energía a buena parte de la Península de Yucatán, afectando a los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo.
El corte eléctrico, que tuvo amplias repercusiones en servicios urbanos, comercio, comunicaciones y movilidad, despertó múltiples reacciones políticas y sociales, mientras las autoridades buscan esclarecer responsabilidades y prevenir nuevos incidentes.
El apagón comenzó aproximadamente a las 14:19 horas (tiempo del centro), cuando se detectó una falla en una línea de transmisión eléctrica durante trabajos de mantenimiento. La interrupción alcanzó 2 mil 174 megavatios, afectando la operación de nueve centrales de generación con 16 unidades en conjunto. En total, se estima que 2.26 millones de usuarios quedaron sin luz en los tres estados peninsulares.
La interrupción eléctrica provocó múltiples afectaciones cómo semáforos apagados en ciudades como Cancún, Mérida y otras zonas urbanas, generando caos vial y congestionamientos.
Comercios, oficinas y viviendas quedaron a oscuras, algunos establecimientos pudieron operar con generadores, pero muchos suspendieron actividades, servicios de telefonía e internet también sufrieron fallas, ya que las redes dependían del suministro eléctrico local.
Estas fallas ocurrieron en medio de altas temperaturas típicas de la región, acentuando las incomodidades para la población afectada.
A partir del despliegue de los equipos técnicos, para las 16:10 horas (hora centro), se lograron energizar líneas de 230 kV y 400 kV afectadas, empezando a restablecer el servicio eléctrico en ciudades como Mérida, Valladolid, Cancún, Ciudad del Carmen y Chetumal.
Alrededor de las 23:00 hrs (horario de Quintana Roo) la gobernadora Mara Lezama confirmó que el estado recuperó el 100 % del servicio eléctrico, aunque advirtió que podrían presentarse fallas aisladas residuales.
https://www.facebook.com/share/v/1BPxDzKTTm
Aunque el servicio ya fue restablecido en su mayoría, el episodio plantea preguntas respecto a la capacidad del sistema para resistir eventualidades técnicas, al mismo tiempo que exige transparencia sobre las causas y garantías de mejora para el futuro.
Por Mesa de Redacción