Clima. — La tormenta tropical Melissa, que se formó en el mar Caribe como el decimotercer sistema tropical con nombre de la temporada atlántica, presenta un cambio significativo en su desplazamiento que genera alarma por su posible impacto.
Melissa se ubicaba aproximadamente a 355 km al sureste de Kingston, Jamaica, mientras avanzaba a tan solo 4 km/h con vientos sostenidos de 75 km/h.
Si bien inicialmente se proyectaba que mantendría un rumbo hacia el oeste por el Caribe central, más recientemente los modelos meteorológicos muestran una desviación gradual hacia el noroeste, acercándose a Jamaica y al suroeste de Haití.

En paralelo, otro escenario apunta a que Melissa podría virar aún más al noroeste dependiendo de la influencia de una vaguada en altura, lo que introduce un grado de incertidumbre elevado sobre su ruta final.
Expertos señalan que el lento avance de la tormenta —a apenas 2 a 4 km/h— le permite alimentarse más del calor del mar y ganar fuerza, lo que a la vez propicia que su trayectoria sea menos predecible.
Asimismo, las condiciones atmosféricas —como la presencia de aguas cálidas en el Caribe y la menor cizalladura de viento en niveles altos— favorecen su intensificación y, por tanto, pueden cambiar el patrón de movimiento esperado.
A pesar de que aún no se espera que toque tierra directamente en Jamaica o Haití en el corto plazo, las lluvias intensas, inundaciones repentinas y desprendimientos de tierra siguen siendo amenazas importantes.
La potencial conversión en huracán mayor (categoría 3 o superior) es contemplada por los modelos durante los próximos días, lo que intensificaría los impactos adversos.
El desplazamiento hacia el oeste podría afectar indirectamente otras zonas del Caribe, y aunque el riesgo para la costa de Estados Unidos se considera bajo por ahora, no se descarta completamente un giro hacia el noroeste a mediano plazo.