Ciudad de México.- El Gobierno de la Ciudad de México (CDMX) reconoció hoy, 12 de septiembre de 2025, que “se cometió un error” al anunciar la muerte de la señora Alicia Matías Teodoro, abuela que salvó a su nieta en la explosión de la pipa de gas, en Iztapalapa.

En contexto: La noche del jueves, el Gobierno de CDMX incluyó en la lista de las personas fallecidas por la explosión en Iztapalapa a Alicia Matías Teodoro, pero la familia desmintió la información y afirmó que “sigue viva”
En entrevista para N+, Sandra Barajas, hermana de la señora Alicia, declaró que “sigue luchando, aferrándose a la vida todavía. Mí hermana está delicada, pero estable”
Sandra Barajas también dijo que la fundación Michou y Mau podría colaborar en el traslado a Estados Unidos de Jaclyn Azulet, nieta de la señora Alicia, para que reciba atención médica.
La Secretaría de Salud lamentó “profundamente esta situación” y ofreció “una sincera disculpa a la familia”, a quienes reiteró su “respeto y solidaridad en este momento sensible”.
La dependencia subrayó que está revisando “los procedimientos internos de verificación para evitar que un hecho así vuelva a repetirse y reforzar la certeza en la información que compartimos con la ciudadanía”.
En el comunicado, la Secretaría de Salud agregó que “la lista actualizada de personas afectadas por el incidente será publicada a la brevedad”.
Hasta el momento hay 8 víctimas mortales y más de 90 heridos, algunos en estado grave.

¿Qué fue lo que pasó?
El pasado miércoles 10 de septiembre, una pipa cargada con 49 mil 500 litros de gas estalló, justo a la “hora pico” del paso de las personas que regresaban a sus casas o iban a la escuela. La tragedia quedó marcada debajo del distribuidor vial, el cual es muy concurrido por su conexión entre la Ciudad de México y el Estado de México, debido a que se encuentra cerca el paradero de Santa Marta, punto de partida del Metro, Cablebús, Trolebús y diversas rutas de camiones.
Los testigos del accidente aseguran que el estallido “fue como una bomba”, mientras que las causas aún se investigan, primero los informes indicaban una presunta fuga de combustible, así como exceso de velocidad. Esto dio como resultado una onda expansiva que alcanzó varios metros a la redonda. Las llamas envolvieron a vehículos, motocicletas, usuarios de transporte y peatones que transitaban por el puente.
Aún se continúa con la investigación, sin embargo, la empresa dueña de la unidad de transporte de combustible asegura que asumirá la responsabilidad “social y legal” de lo sucedido.
Con información de Nmas.