Playa del Carmen.- A sus 15 años, Diego del Valle Prieto se ha convertido en uno de los jóvenes talentos más prometedores del sur de México. Originario de Playa del Carmen, este artista multifacético combina la actuación, la conducción, el teatro musical y la producción de eventos, labrando una carrera que ya lo ha llevado a compartir escenario con figuras como Jessie & Joy, Belanova, Molotov, Nicki Nicole, Bomba Estéreo y Grupo Frontera.
Lo que comenzó como una simple “tercera llamada” a los cinco años, cuando su padre —productor musical— lo invitó a anunciar el inicio de un concierto de Los Tigres del Norte, marcó el inicio de su pasión por el arte. “Desde ese momento sentí la euforia del público y supe que eso era lo que quería hacer: darle felicidad a la gente”, recuerda Diego.
Aunque de niño fue más cercano a los deportes, su destino cambió tras asistir a una obra teatral. Desde entonces se enamoró del teatro musical, formándose en la Academia Play y especializándose en el programa PAE (Programa de Iniciación Artística Especializada), el cual imparte enseñanzas basadas en la prestigiosa Universidad AMDA de Nueva York.
Su salto a la fama llegó casi por accidente. Durante un evento, el presentador oficial de Jessie & Joy perdió la voz y Diego fue invitado a sustituirlo. “Acepté sin pensarlo mucho y, después de esa noche, mi carrera se disparó”, relata. Desde entonces, ha presentado a más de 30 artistas en conciertos masivos, con los que ha reunido a más de 1.3 millones de espectadores en vivo y se ha posicionado como “top trend” en la Riviera Maya.
Además de su faceta como conductor, Diego se prepara activamente como actor de cine y televisión, retomando una pasión que, asegura, siempre ha sido su base artística.
Más allá de su carrera personal, Diego ha mostrado interés en apoyar a otros jóvenes a abrirse camino en la industria. A través de su proyecto “El Ritmo de la Ciudad”, busca ofrecer visibilidad a artistas emergentes que enfrentan las mismas dificultades que él tuvo en el inicio de su trayectoria. “En el sur de México hay mucho talento, pero pocas oportunidades. Mi objetivo es ayudar a que otros puedan tener las mismas puertas abiertas que yo tuve”, afirma.
Actualmente, Diego combina su carrera artística con sus estudios de preparatoria. Reconoce que no siempre es fácil equilibrar ambas responsabilidades, pero asegura que su prioridad es seguir aprendiendo. “Dentro de la escuela soy un alumno más. Aunque ya me haya presentado ante miles de personas, sigo siendo Diego, sigo aprendiendo”, comenta con madurez.
Con apenas 15 años, Diego del Valle representa el espíritu de una nueva generación de artistas: perseverantes, autodidactas y comprometidos. “De los 200 correos que enviaba al día buscando oportunidades, me contestaban dos, pero nunca me rendí. Si persistes, lo logras”, comparte como consejo a quienes buscan abrirse camino en el medio.
Su historia es un ejemplo de disciplina, talento y visión, demostrando que la edad no es un límite cuando la pasión y la constancia son más grandes que el miedo.
Por Karen Guillén