Cozumel.- El reconocido activista ambiental José Urbina, también conocido como Pepe Tiburón, denunció públicamente la tala reciente de manglar y selva en la costa de Cozumel, en un área cercana al arrecife Villablanca, donde se proyecta la posible construcción de un cuarto muelle para cruceros. Según Urbina, los trabajos de deforestación se realizaron apresuradamente ante el inminente vencimiento de los permisos ambientales relacionados con la obra, actualmente suspendida.
“Todo esto era parte del manglar interrumpido por la carretera, pero seguía siendo selva. Si te elevas y lo ves desde arriba, te das cuenta de que era un ecosistema conectado, todavía intacto hasta hace unos días”, denunció Urbina durante un recorrido por la zona afectada.

El ambientalista señaló que la zona impactada es parte integral del sistema ecológico costero que sostiene al arrecife Villablanca, uno de los ecosistemas marinos más importantes de Cozumel. “Todo esto está conectado con el arrecife. Tú talas el manglar, talas la selva y afectas el arrecife. Es así de simple”, afirmó.
La tala reciente ha encendido las alertas de organizaciones y ciudadanos defensores del medio ambiente, ya que se han detectado especies protegidas, como la palma Chit, en la zona afectada. De acuerdo con Urbina, esta acción no solo representa una agresión ambiental, sino un intento de ganar terreno a toda costa para la eventual aprobación del proyecto del cuarto muelle.

“Te van a decir que esto es por el desarrollo, que va a traer dinero a Cozumel. Pero si eso fuera cierto, ya deberíamos vivir en una bonanza extraordinaria por la derrama económica de los cruceros, y no es así. La destrucción a lo largo de la Riviera Maya no se ha traducido en bienestar para la gente”, cuestionó el activista.
El proyecto del cuarto muelle ha sido ampliamente criticado por sectores científicos, ambientales y ciudadanos, debido a su posible impacto sobre los arrecifes, la biodiversidad y el equilibrio ecológico de la isla.

Actualmente, el proyecto se encuentra suspendido, pero los recientes movimientos en la zona han despertado sospechas sobre una posible reactivación del mismo, lo que ha motivado nuevas exigencias de *transparencia, rendición de cuentas y respeto a las normativas ambientales.
Por Mesa de Redacción.