Italia.- Giorgio Armani falleció este jueves 4 de septiembre de 2025, en su domicilio en Milán, a los 91 años, rodeado de sus seres queridos. Su muerte ocurrió luego de un periodo de convalecencia por una infección pulmonar, que lo había obligado a faltar por primera vez a uno de sus desfiles en junio.
Armani transformó la sastrería masculina al diseñar trajes desestructurados, sin almohadillas ni estructuras rígidas que limitaban la comodidad. Su estilo suave y fluido se convirtió en símbolo de poder delicado y elegancia natural en la década de los 80.

Fue pionero en vestir a las mujeres con trajes que combinaban autoridad y feminidad. Sus creaciones se volvieron un referente en vestuario profesional y en alfombras rojas.
Diseñó atuendos memorables para estrellas de Hollywood —como en American Gigolo (Richard Gere) o The Wolf of Wall Street—, consolidando su influencia en el cine y la moda global.
Fundó su marca en 1975, financiándose con la venta de un Volkswagen Beetle. Su empresa creció hasta convertirse en un imperio global con más de €2.3–2.7 mil millones en ingresos anuales, diversificándose en moda, belleza, hogar, hospitalidad y más.

A diferencia de muchos contemporáneos, Armani mantuvo el control íntegro de su empresa, resistiendo inversiones externas y manteniendo el grupo como propiedad familiar.
Conocido como “Re Giorgio” (rey Giorgio), su estilo minimalista y atemporal no solo definió la elegancia profesional, sino que se transformó en sinónimo global del estilo italiano moderno. También expandió su influencia hacia la arquitectura, el diseño de interiores, gastronomía y hotelería, llevando el “Made in Italy” a nuevos horizontes.
Armani trabajó activamente hasta sus últimos días, revisando colecciones y participando en proyectos incluso mientras estaba enfermo.

Giorgio Armani fue más que un diseñador: fue un revolucionario de la moda, un empresario independiente y un defensor del estilo sobrio y elegante, que marcó generaciones. Su influencia traspasó el ámbito de la moda, convirtiéndose en un símbolo cultural del estilo italiano global. Su ética profesional, su visión estética y su independencia corporativa lo consagran como una figura única cuya ausencia será profundamente sentida.